lunes, 25 de agosto de 2008

Las abstracciones me asustan.

Mi complejidad inherente me lleva sin remedio al amor por la simpleza. Pero la simpleza que consigo es engañosa.
Simpleza inherentemente complicada.

La incapacidad de ser completamente simple hace de mi un vehículo para la complejidad más descabellante.

Mi miedo es a lo simple que es complejo,
a lo complejo que es más complejo
y a lo que es simple...
pero parece que no.

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